Come pene...

y se hizo caca...

domingo, 7 de marzo de 2010

Vieja Fantasía.

El otro día me encontré un Don, un señor de entre 80 y 90 años. Usaba un abrigo color caqui, unos pantalones un poco más claros que su abrigo, una bufanda azul y un sombrero; estaba todo arrugado y canoso y caminaba con dificultad. Por otro lado, yo, jóven de 16 años, usaba una blusa rosada bastante transparente, unos pequeños shorts que dejaban ver hasta mi cicatriz del muslo izquierdo, unas calcetas negras debajo de la rodilla y unos tenis skate.

Yo caminaba hacia el departamento, mi mente estaba ocupada, recordaba el magnífico sexo que había tenido un par de días atrás, ¿Cuándo se volvería a repetir? ó quizá mejorar. Izquierda, derecha. No pasaban autos por la calle, el Don caminaba a la esquina de la calle, lento, muy lento.

¡Que buen sexo! decía mi mente mientras cruzaba la acera de enfrente. Caminé frente al Don, no le presté atención pero supongo que analizó por completo mi cuerpo adolescente. Me detuve a su lado, voltié a ver a mi madre y me predispuse a seguir mi camino. El viejo aún caminaba y sin mirarme dijo, en tono que a mi percepción era gracioso, pervertido, con dificultad: "muchacha...¡GUAPA!" Entonces sentí un escalofrío exitante por todo el cuerpo. Estaba tan exitada como cuando mi chico pasaba sus dedos por mi cuello y espalda. Mi mente pensaba sólo en una cosa: arrancarle la ropa a ese hombre tan viejo, entregarle mi cuerpo hace poco virgen y amarlo como posiblemente nadie lo ha hecho en años. 

El viejo ya me habia dado la espalda, mis calzones estaban mojados y lo único que pude hacer fue darme una bofetada mental y seguir mi camino como si nada.




2 comentarios:

  1. jajaja y yo que crei que la gerontofilia era puro cuento!!

    ResponderEliminar
  2. orales q historiaaa ehhh porque no me pasa eso a mí? jajaja pero q yo fuera el anciano o q no? Carlos

    ResponderEliminar